Viendo en esa hermosa plaza las feas imágenes de la basura convertida en silueta humana, es imposible saber si la cosa sin reciclar es representante, representado o abstencionista. Y lo mismo sucede en todos los ambitos de la vida publica. No habria políticos corruptos si los votantes castigaran severamente la corrupción. No habria tanto incompetente pastando en el Presupuesto si la incompetencia fuera severamente penalizada en las urnas. Pero sucede justo al reves: da igual lo que hagan los nuestros mientras sean nuestros. si fueran los otros al infierno con ellos , pero siendo de los nuestros los inútiles y los ladrones, vamos a recalificar el limbo o habilitar el purgatorio como paraíso de saldo.
Federico Jimenez Losantos
Política basura, El Mundo 08/06//2007
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