Fundar la normalidad

Maquiavelo ponía al espartano Licurgo, junto con Rómulo y Solón, por encima de sus contemporàneos Cesar Borgia y Fernando de Aragón, no por idealización romántica de un pasado heroico, sino por valoración de la vida política ordinaria y civil

Si “El Príncipe”, es un provocador “manual de crisis”,tan celebre como vituperado, los olvidados “Discursos sobre la Primera decada de Tito Livio” son reglas de conducción política para “tiempo ordinario”: para la gestión de la continuidad.

“LIBRO I, 9 Que laudables son los fundadores de una republica , o un reino y que vituperables, en cambio, los tiranos”

Los “principes”, no menos que los “profetas “ (armados o no) o los conquistadores de imperios, ceden su lugar a los “fundadores” legisladores de las “ordenaciones” basicas del Estado; capaces de conformar una comunidad política. Una historia normal y estable. La obtención del poder, el éxito político es evaluado según su capacidad crear o re-crear una forma de vida histórica: a un nivel superior al anterior, claro.

Sin contradicción con lo anterior, recuperar de tanto en cuando el sentido original de la comunidad política de que se trate , le permite restablecer su enfoque y visión común

LIBRO TERZO

Cap 1 A volere che una setta o una republica viva lungamente,è necessario ritirarla spesso verso il suo principio.