Lo cierto es que a Espe y a Pili no les falta
algo de razón.
Algo ha debido ocurrir para que fuera simplemente concebible aplicar el concepto de "golpe de estado"( integrantes del Estado, desplazando a la cabeza del mismo ) a la destitucion de funcionarios de rango inferior. Para dar un
"golpe de Estado" ha hecho falta en primer lugar que cada uno de los centros educativos se constituyera en pseudo-estado.Con "Estructures d'estat" que les llaman. Con su parlamento, (estamental pero que mas dá) "su gobierno", con su presidente del Gobierno. Y donde , sin embargo, suele campar por sus respetos una ideología (proyecto de centro) completamente opuesta a la de la generalidad de la ciudadanía.. Si algún director de centro en algún momento ha creído estar al frente de un sujeto de soberanía , bien puede alegar que no le han faltado motivos para su confusión.
(Y ,a priori, parece difícil casar los defectos del monopolio estatal en la prestación de un servicio, con la anormalidad del sectarismo minoritario..pero inclinémonos ante los hechos.)
Unos centros dependientes en lo económico pero falansterios particularistas en lo demás, tendrían su mejor analogía en los bantustanes que el régimen del apartheid sudafricano mantenía como justificación de las ciudadanías de segunda clase. La homogeneidad étnica y linguística , el imperio de la ley tribal , amparaban el privilegio de algunas élites locales.
Despues de las elecciones multirraciales y de la llegada al poder de Mandela todos los bantustanes fueron incorporados a las divisiones administrativas de la nueva Sudáfrica; con alguna tensión inevitable, claro. Que ello fué por los mismos derechos civiles de los habitantes de los bantustanes, nadie parece dudarlo a día de hoy.
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