Arte tormentaria y poliorcetica

el de la Gurrea, o sea: asestando el arma. para calibrar el tiro de la artilleria. Y aunque no enfile a las cotas, tengo por seguro que alguna razon asístía a Cervantes cuando hacía decir a Don Quijote

Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería, a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención, con la cual dio causa que un infame y cobarde brazo quite la vida a un valeroso caballero,

y a Francisco de Quevedo: que no pudo menos que execrar "Al inventor de la pieza de Artilleria" en la silva del mismo nombre

De hierro fue el primero
que violentó la llama
Fue mas que todos fiero
digno de los desprecios de la Fama

Increpandole por su atrevimiento al columpiarse con osadías tecnicas mas allá de la finitud de su condición....

¿Al fuego que no sabe
obedecer ni perdonar te atreves?
¿Al que solo en las manos de Dios cabe
pretendes encerrar en clusuras breves?

no menos que por su ignorancia de las lecciones de la historia

¿No te son escarmiento lastimoso
tantas cenizas que ciudades fueron
cuando el troyano muro y Roma ardieron?

y recomendándole que, antes que al tiro, se dedique a las civiles y pacificas artes de la vela, al remo,

Ve al alto mar furioso
enséñale a sufrir selvas enteras
su paciencia ejercita con galeras

o al sosegado trekking, bien avituallado de agua mineral.

Discurre por la tierra,
con la perpetua servidumbre ufana
de cuanto el mundo encierra
que ella a la planta humana

Y en las horas ardientes,
en venganza del sol ,
bebe las fuentes

Pues la hybris humana siempre llamó al castigo del Cielo...

¿Como dí, en los rayos del verano
no aprendiste, tirano
ya que a temerle no, a respetarle?
Antes pruebas, solícito, imitarle
sin ver que, presumiendo de hacerle,
solo podras llegara a merecerle

Y no es menos apropiado que Santa Barbara sea Patrona del Arma de Artilleria, que de los arquitectos, constructores o de los amenazados por la muerte súbita. Ni que Chesterton escribiera una Ballad of Saint Barbara con la acción situada en la apocalíptica batalla del Marne...

There was an end to Ilium; and an end came to Rome
And a man plays on a painted stage in the land that he calls home;
Arch after arch of triumph, but floor beyond falling floor,
That lead to a low door at last; and beyond that is no door."

ni que el Himno a Santa Barbara de los artilleros finalice con un tono infrecuentemente humilde: dócil y manso ante la conjura de los elementos, precipitados hacia el desastre...

Tú que aplacas la fiera borrasca
Y del trueno el horrísono son
en tu solio bordado de estrellas,
de tus hijos escucha la voz.

( ¡Amen, amen, amen!...)