Puesto que Aido, UGT, etc cargan contra los cuentos de hadas con la ideología de género... (y cuentistas a secas  de la cuerda del Dr. B. aprovechan para llevar el agua a su molino) permítasenos sugerir una vacuna divertida

Reimpresión pero yá.
De  muestra, el arranque inolvidable de "Caperucita Roja":
Érase una vez una persona de corta edad llamada Caperucita Roja que vivía con su madre en la linde de un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque ello representaba un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad. Además, su abuela no estaba enferma; antes bien, gozaba de completa salud física y mental y era perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que era.(... seguir leyendo)