Odio los viajes y los exploradores. Y he aquí que me dispongo a relatar mis expediciones. Pero, ¡cuánto tiempo para decidirme!...Hace quince años que dejé el Brasil por última vez, y desde entonces muchas veces me propuse comenzar este libro; una especie de vergüenza y aversión siempre me lo impedía. Y bien, ¿hay que narrar minuciosamente tantos detalles insípidos, tantos acontecimientos insignificantes? La aventura no cabe en la profesión del etnógrafo;no es más que una carga; entorpece el trabajo eficaz con el peso de las semanas o de los meses perdidos en el camino; horas ociosas mientras el informante se escabulle; hambre, fatiga y hasta enfermedad; y siempre, esas mil tareas ingratas que van consumiendo los días inútilmente y reducen la peligrosa vida en el corazón de la selva virgen a una imitación del servicio militar...
Lev-i strauss 1,1
El arranque de "Tristes Trópicos": poniendo a caldo el romanticismo de los viajes y la aventura.. la exploración etc. Si la vida es lo que nos ocurre mientras pensamos en otra cosa, pues las "aventuras" serian las molestias que les pasan a gente atareada con actividades serias y sensatas (cartografiar, comerciar, excavar, mudarse..) antes que con buscar sensaciones.
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