Perversa Persia



Por cierto que la escenificación del tour afgano de nuestra ministerial camaca, (los mimetas desiérto, el cararriba-contandole-a-San-Pedro etc)...el atrezzo todo, me recordó a otra (per)versión antimilitarista ambientada en el mismo escenario mediooriental: la perpetrada por otro pixapins: Calixto Bieito, en el espíritu de "Los Persas" de Esquilo... primera tragedia occidental conservada) .

En esa producción: el persa Jerjes, Rey de reyes ( para no alargarnos el-no-temido-precisamente-por-su-látigo-,) no era exaltado a apoteosica drag-queen de La Troya, sino rebajado al grado de dama legionaria, fusilera pelotera y criminal de guerra, en el Afganistan contemporáneo. Mensaje sutil y complejo (no como esos guiones del Hollywood que nos coloniza) que hubo de alcanzar subvención merecida del Ministerio de Defensa de J.A. Alonso, no perdamos la perspectiva.

Precisamente por su reducción a la insignificancia nuestra lejía acababa tomándose su venganza poética: sabotear el efecto trágico de la obra con su poco encumbrada posición... No se toma el nombre de Esquilo en vano

Un enfoque político no contradice el sentido de “Los Persas. (Aristoteles decía que en la tragedia antigua los personajes hablan políticamente y no retóricamente.) Segun su traductor "Habla de la caída de un rey tirano que empuja con el látigo a un inmenso ejército a conquistar a un pueblo libre, y es derrotado"."Los dioses protegen la justicia y por tanto (en este caso) a los griegos. Su orden interno, concordia entre las clases es justo, y su defensa contra el agresor también". Pero la acción ocurre en la retaguardia enemiga, oiga Y es el dolor del enemigo político persa en escena el que sugestiona empàticamente al público ateniense; no el de los propios nacionales. Si cinco siglos a.C eran capaces de tomar perspectiva no deben doler prendas al aceptar que hoy puede ser discutido quienes sean los Persas y quienes los atenienses (agredidos o agresores)

Así que artísticamente ambas hipótesis deben ser posibles. Puede que las intervenciones internacionales sean injustas y sus actores (actrices) despreciables mercenarios del imperialismo. O puede que algunos estados no sean viables sin la tutela política...no tiene porque ser de cínicos, decir que los bandos antagónicos pueden intercambiarse.

Lo que no es posible cambiar son los condicionamientos del género de la tragedia. Sin hybris no hay tragedia: (hay gore camuflado, o género negro, o crónica de sucesos(o ver la realidad que dice Natalia Dicenta) La tragedia no funciona sin los resortes emocionales de la caída de los grandes: el poder amplificando sus pasiones y convirtiendolas en temibles para los espectadores.º(piensen por ejemplo
Le dijeron que tu (Darío) habias adquirido mediante la lanza una gran riqueza para sus hijos pero que el , por cobardía solo manejaba la jabalina dentro de casa, sin aumentar la riqueza paterna..


Un Scorsese o un Coppola tienen a ratos bastante megalomanía para tratar de montar con estos mimbres una Bushiada o una Binladeniada....(y hasta una Aznariada)pero lo propio de los talentos de segunda fila quedarse con los gestos y saltar la sustancia. Y lo propio de la mezquindad obviar los gestos que les puedan causar incomodidades.

Pues por una parte, hace falta bastante kalokagathia para escenificar la grandeza del rival.. por otra muchos huevos para escenificar una orgia gore de crueldad islamista contemporànea . Sospechamos que Esquilo (que no quiso otro epitafio que haber luchado en Maratón ).. tenia acopio de ambas..Pero tememos que a Bieito epatar al burgues agota sus reservas de coraje. Igualmente tememos que su magnanimidad con el rival político no le alcanza ni para descubrirse la calva, (no digamos para entonar un Requiem.

En su esnobismo de pixapins el perpetrador le atribuia con descuido muy escasa hybris a la Dama legionaria Jerjes ( la seguridad social, sueldo fijo dice ufanamente ) era En su modestia democrática mas una hoplita de la falange Ateniense que aquejada de la borrachera de poder de un decadente tirano oriental. Nos tememos que por la misma condescendencia, y no por ningun prurito de contemporaneidad o feminismo, psicologiza la emulacion paterna y le cambia el genero al protagonista. Es una tentacion devolver el cumplido.(1)

Helenizado, democratizado y feminizado, el sátrapa oriental...¿Como sobrecoge usted al publico...causa miedo y compasión...con una tragedia amputada del elemento central de la caída de los grandes? Si resulta que los protagonistas son hermosamente “pequeños”. Pues igual operacion que con Houellebecq o con Alban Berg “sang i fetge” excite el morbo...Y no todos los públicos tienen la confianza suficiente en su propio criterio como el del Liceu para cascarle un pateo..

¿Y a que viene todo el rollo? Pues no quiere decir que la dama legionaria Jerjes o el caballero legionario Jorge no sean capaces de perpetrar barbaridades...pero seguro que no las cometen con los clàsicos: para eso hay que ser baranda del PSC, ala Maragall

(1) Si quisieramos hacer una operacion parecida le sugeriríamos que (aunque nunca es bueno generalizar) la identificacion emulacion paterna no conduce usualmente a la criminalidad destructiva; que su ausencia puede compelir a una sentimentalidad inflacionaria, que debido a su disponibilidad puede entrar en una escalada de hiperestimulacion.... sospechosamente análoga a la de sus producciones... De nada, que aquí las deudas, nos gusta pagarlas

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